Durante la última semana laboral de marzo se llevó a cabo el Décimo Cuarto Concurso de Teatro Estudiantil del plantel Naucalpan. Contrario a lo que generalmente ocurre, las tres obras ganadoras fueron comedias.
El primer lugar se lo llevó Se vende una mula, un entremés anónimo que se cree fue escrita en el siglo XVII. Esta obra fue seleccionada por el propio grupo, pues, en palabras de su director Rogelio Ríos, querían una obra breve, con un conflicto claro, cuya construcción de personajes les representara un reto y, sobre todo, divirtiera al público.
La obra logró su cometido, pues todos reían a carcajadas con la pequeña comedia de enredos que presentaron. Aparte del premio a la Mejor Obra, Lucía Sabina Vázquez García se llevó el primer lugar en la categoría de Mejor Actriz de Reparto con su maravillosa interpretación como “Juana”.
Por su parte, el propio director también consiguió el segundo lugar como Mejor Actor de Comedia representando a Pánfilo, mientras que Luis David Durán Blancas se llevó el segundo lugar por su Don Pedro en la categoría de Mejor Actor.
La puesta en escena también fue galardonada en las categorías de vestuario, escenografía, escenofonía y se llevó el segundo lugar en la categoría de Mejor Escenofonía y el primer lugar en Mejor Dirección.
En palabras de María de Lourdes Zamora Urbán, profesora del plantel Azcapotzalco, licenciada en Literatura Dramática y Teatro e integrante del jurado compuesto también por los profesores Abel Flores y Roberto Espinosa, ambos del plantel Sur, “fue un trabajo limpio, redondo, divertido y lo hicieron muy bien”.
El segundo lugar se lo llevó Central Park West, obra del cineasta estadounidense Woody Allen. Esta comedia gira en torno a la idealización de la pareja y el terrible desencanto al enfrentar la realidad.
Con el sentido irónico que caracteriza la obra de Allen, sus intérpretes femeninas arrasaron con la categoría de Mejor Actriz Cómica, pues Leslie Ruiz interpretando a Phyllis, Ximena Simón dando vida a Carol e incluso Jacqueline López con su breve intervención como Juliet, obtuvieron el primero, segundo y tercer lugares, respectivamente.
Asimismo, Armando Cerqueda, en el papel de Sam, obtuvo el tercer lugar como Mejor Actor en la misma categoría. La obra hizo un muy adecuado uso del espacio, y permitió un trazo limpio con una estética sobria pero agradable. Por ello, fue premiada en la categoría de Mejor Escenografía.
El tercer lugar fue para Se busca un tenor, obra de Ken Ludwigm, que en los años ochenta fue muy popular alrededor del mundo, pero cuya escenificación hoy en día no se encuentra permitida, ya que en sus acotaciones pide el uso del blackface.
Dana Vergara Muñoz, directora de la puesta y quien ganó un premio en esta categoría, se ayudó del vestuario diseñado y confeccionado por las alumnas Angélica Martínez, Merani Moctezuma y Alin Rojas, para lograr el efecto que provoca el enredo sin caer en el absurdo de pintarles la cara.
De esta manera, logró con creces la confusión de los personajes, pues a partir del vestuario y peinado veíamos a dos actores que parecían ser uno solo.
La obra fue premiada con el primer lugar en la categoría de Mejor Iluminación, cuyo diseño partió de la sensibilidad de Diana Estrada y Alan Martínez.
En cuanto a las actuaciones, por su interpretación de Tito, Alan Casas recibió el premio al Mejor Actor de Reparto. Belén Hernández Espinoza, con su papel de Diana, obtuvo el segundo lugar en la misma categoría.
Isaac Piñón, construyendo a “Saunders”, se llevó el primer lugar como Mejor Actor de comedia y los protagonistas Diego Fernando Ortiz (Max) y Tania Denisse de la Rosa (Maggie) lograron el tercer lugar general en la categoría de Mejor Actor y Actriz, respectivamente.
El premio al Mejor Actor del concurso fue para José Miguel Ramírez Molina, Sayayín de la obra El Kame Hame Ha, bajo la dirección de Jorge Obed Ramírez Padilla y Judit Nikteha Suastegui García, quienes ganaron también un premio en la categoría de Mejor Dirección.
Este maravilloso trío de jóvenes creadores nos regaló un monólogo soberbio, con una temática muy cruda, pero con una estética bien resuelta y una gran interpretación.
Megan Yamileth de los Santos de La Luz obtuvo el premio a la Mejor Actriz con la obra Mestiza Power.
Es difícil que nuestros jóvenes logren la solvencia escénica que Megan tuvo de principio a fin en su interpretación, no sólo en cuanto a la construcción del personaje, sino con la fortuna con que actuaba en el escenario, siendo una intérprete capaz, talentosísima y con una comprensión del hecho escénico que pocas veces vemos en una adolescente.
