Acompañamiento

Charlas del grupo Agua Viva

Estudiantes intercambiaron sus experiencias y emociones para saber enfrentar sus problemas

Charlas del grupo Agua Viva
Estudiantes intercambiaron sus experiencias y emociones para saber enfrentar sus problemas

Con el apoyo de Antonio Nájera Flores, profesor de la asignatura de Taller de Lectura y Redacción, y la secretaria General del plantel Azcapotzalco, Patricia Trejo Martínez, cecehacheros inauguraron el ciclo de charlas vivenciales dirigido al estudiantado. El objetivo de esta dinámica fue brindar un espacio de escucha, autoayuda y acompañamiento en temas emocionales.

El ciclo de charlas comenzó con “Conociendo mis emociones”, a la cual asistieron jóvenes del grupo Agua Viva para compartir sus historias, la manera en que llegaron al grupo, los aspectos que han trabajado y cómo han cambiado sus vidas.

Sobre este proyecto, el profesor recordó que una alumna de cuarto semestre conoció al grupo cuando tenía 13 años. En este espacio pudo rencontrarse, retomar su propósito de vida y superar muchas de las problemáticas emocionales que en ese entonces tenía: “realmente, conocerlos salvó su vida”.

El grupo indicó que en estas charlas se pretende abordar diversas temáticas, además de incluir testimonios y experiencias de viva voz de los jóvenes que se han enfrentado a situaciones de depresión, ansiedad, consumo de sustancias, alcoholismo, codependencia y trastornos alimenticios, entre otros problemas emocionales que han superado en este grupo de autoayuda.

Cabe señalar que sus testimonios coinciden en problemáticas por la falta de identidad que tuvieron en algún momento, el abandono de uno o ambos padres y la necesidad de pertenecer a algo, ya fuera a un grupo o al núcleo familiar.

El coordinador del grupo aclaró que Agua Viva es una comunidad de autoayuda que ha podido recuperar a muchos jóvenes y adultos a través de su programa basado en el método Gestalt.

“No queremos convencerte ni darte buenos consejos, queremos mostrarte el camino de recuperación por el que muchos de nosotros hemos logrado encontrar vidas significativas y fructíferas, fuera del alcoholismo, drogadicción, neurosis, depresión, anorexia, bulimia o ansiedad”, explicó el profesor Nájera Flores.

“Estamos convencidos de que el dolor también puede ser una oportunidad de desarrollo, aprendizaje y madurez. Agua Viva ha sido un medio para encontrar un sentido a la vida, trascendencia y esperanza; el sentido de pertenencia dentro de una comunidad de fraternidad y generosidad. La espiritualidad de nuestro programa nos invita a concebir una experiencia personal e interna que nos liga con la transformación personal de forma consciente”, concluyó.

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